Nuestro origen se remonta a una familia italiana que decidió migrar a Rosario, Argentina en pleno siglo XX. En sus maletas llevaban sueños, pero también tesoros culturales como la receta del mejor helado del mundo.

SALVA, su heredero, se ha obsesionado con dicha receta para perfeccionarla lo máximo posible, logrando enamorar hasta a los paladares más exigentes de la capital del helado artesanal en Argentina.

MANIFIESTO

Para SALVA la creación de un buen helado artesanal es una ciencia. Un arte que requiere de creatividad, obsesión, metodología y mucha, mucha experimentación. Por eso nuestros helados están hechos con materia prima seleccionada, recogida o producida cuidadosamente por nosotros mismos.

Llegamos a Barcelona para contagiarte esta obsesión de degustar un buen helado artesanal, pero artesanal de verdad.